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Preparate para el parto

1.

Revisa a la cobaya varias veces al día. Es necesario vigilar a la cobaya preñada a medida que se acerca la fecha de parto. Revísala cada 3 o 4 horas. Vigila su comida, su agua, su lecho y su comportamiento general.

2.

Monitorea la ingesta de agua y alimento de la cobaya. Cada vez que revises a la cobaya, haz una nota mental de cuánta agua ha bebido y de cuánta comida ha ingerido. Esto te permite medir la ingesta normal, de modo que si se pone mal, deja de comer o se pone muy sedienta, notarás los signos pronto.

 

  • Si una cobaya con embarazo avanzado pierde el interés en la comida, contacta con el veterinario de inmediato. El veterinario evaluará la condición de la cobaya. Quizás prescriba una tratamiento que incluya inyecciones de soluciones de dextrosa, esteroides y calcio, que pueden ser efectivas o no. La pérdida de apetito también puede ser síntoma de toxemia por embarazo.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

3.

Presta atención a los síntomas de toxemia por embarazo. La toxemia ocurre a menudo en cobayas preñadas, por lo general en las etapas finales del embarazo o de 7 a 10 días antes de la fecha de parto. Una de las causas de toxemia es un crecimiento exagerado del útero, que presiona el vaso sanguíneo principal del corazón causando falla circulatoria. Otra causa de la toxemia es el crecimiento del útero que hace que ocupe tanto espacio que comprime los intestinos. La cobaya dejará de comer y sufrirá un tipo de shock tóxico. Lleva a la cobaya al veterinario de inmediato si notas alguno de los siguientes síntomas:

 

  • Debilidad

  • Pérdida de apetito

  • No toma agua

  • Babeo

  • Tambaleos de borracho

  • Falta de energía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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4.

Escucha cuidadosamente. Cuando revisas a la cobaya, escucha para detectar gemidos. La cobaya emite un gemido característico cuando entra en trabajo de parto. Incluso si no lo has oído antes, es probable que lo identifiques al oírlo.

5.

Ten el número del veterinario a la mano. Quizás debas llamar al veterinario durante el parto y seguramente no quieres tener que buscarlo por todas partes. Coloca el número en un trozo de papel al lado del cobertizo de la cobaya.

 

  • Confirma con el veterinario qué hacer si el parto se da durante la noche.

     

     

     

     

     

     

     

     

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Observa el nacimiento

1.

Presencia el alumbramiento. Si notas que va a suceder, debes estar presente en el alumbramiento. El trabajo de parto no durará más de una hora. Habrá espacios de unos 5 minutos entre crías. Espera cerca de la jaula mientras da a luz en caso de que debas intervenir, pero no lo hagas innecesariamente. Los animales saben por instinto qué hacer cuando los bebés llegan, por lo que probablemente no sea necesario ayudar.

 

  • Si el trabajo de parto se extiende por más de una hora, recibe consejo veterinario de inmediato.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

2.

Monitorea el alumbramiento con otra persona. Si es posible, presencia el alumbramiento con otro individuo que pueda ayudar con las llamadas al veterinario si son necesarias. Si no eres adulto, debes designar a un adulto que observe contigo.

3.

Presta atención a los bebés que llegan casi juntos. Los bebés nacen con alrededor de 5 minutos de diferencia. Si el periodo entre alumbramientos es menor, la madre quizás necesite ayuda para sacarlos del saco amniótico.

 

  • Cuando nace un bebé, la madre muerde cada saco amniótico, permitiendo que el bebé respire aire, y luego lo lame para limpiarlo. Sin embargo, si dos bebés nacen casi consecutivamente, solo puede encargarse de uno. Quizás necesite ayuda con el segundo bebé.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

4.

Introduce a una cobaya familiar en el cobertizo. Debe ser una cobaya que la madre conozca bien, como el padre u otro miembro de la manada. La otra cobaya ayudará a la madre a limpiar a los bebés.

 

  • Las cobayas desconocidas pueden representar un peligro para la madre, causándole estrés y complicando el parto. En casos raros, el desconocido podría lastimar a los bebés.

  • La otra cobaya también orientará a los bebés hacia la manada, permitiéndoles conocer la esencia y la presencia de otra cobaya durante los primeros minutos.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5.

Ayuda a la madre si hay demasiados bebés a la vez. Si la madre parecer necesitar ayuda con el segundo bebé, introduce la mano al cobertizo lentamente. Si el bebé sigue en el saco amniótico, rásgalo con la uña y libera la cabeza del bebé.

 

  • Si el bebé respira y se mueve, déjaselo a la madre. Si no, tómalo y gira una vez, sosteniéndolo con el brazo estirado y con la cabeza en dirección contraria a ti. La fuerza eliminará los bloqueos de la garganta y le ayudará a comenzar a respirar.

  • Cuando todos los bebés respiren y se muevan, regrésalos con la madre. Así podrá limpiarlos y establecer un vínculo.

  • Intervén solo si hay demasiados bebés para que la madre pueda encargarse. La madre no te morderá ni lastimará si te conoce y está domesticada, pero quizás les causes estrés adicional a ella y a los bebés.

6.

Llama al veterinario si la labor de parto se extiende demasiado. El tamaño relativamente grande de las crías implica que no es inusual que una de ellas se atasque en el canal natal. Si la madre parece esforzarse por más de una hora sin que aparezca un bebé, llama al veterinario.

 

  • El veterinario intentará mover a la cría a una posición en que la madre pueda pasarlo. Sin embargo, quizás se necesite una cesárea.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

© 2015 Blog Amor Cobayo

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